Lo nuevo en los requerimientos de calcio, propuesta para Venezuela

May 13, 2011 | Artículos completos

Lo nuevo en los requerimientos de calcio, propuesta para Venezuela

Cristina Palacios

El calcio es un nutriente clave para la salud ósea y para la prevención de la osteoporosis, el cual es un grave problema de salud pública en el mundo. Se estima que más de 200 millones de personas tienen osteoporosis. El calcio es necesario durante todas las etapas de la vida. En la niñez, se requiere calcio para evitar su deficiencia y asegurar buenos hábitos de consumo para el futuro. En la adolescencia, el calcio es clave para el desarrollo del pico de masa ósea, el punto máximo de acumulación dentro del potencial genético. Una insuficiencia en este pico contribuye significativamente al riesgo de osteoporosis más tarde en la vida. En la etapa reproductiva, el calcio sigue siendo importante para mantener la masa ósea adquirida y evitar su pérdida. Alrededor de la menopausia, etapa de mayor pérdida de masa ósea, el consumo de calcio sigue siendo importante para reponer el calcio perdido, aunque la masa ósea no responde tanto a la suplementación con calcio. Después de alrededor de 5 años de menopausia, la suplementación con calcio favorece la masa ósea y resulta en una modesta reducción en el riesgo de fracturas, al igual que en ancianos. El requerimiento de calcio es afectado por varios factores como edad, sexo, actividad física, etnia, genética y múltiples factores dietéticos. Debido a ésto, es difícil determinar con exactitud el nivel requerido. Convencionalmente, se han utilizado tres formas de estimar el requerimiento de calcio, por el método factorial, por balance o funcional en la salud ósea. Estos métodos tienen sus limitaciones, por lo que se requieren tomar en cuenta todos, además de considerar otros nutrientes importantes en la salud ósea. Las recomendaciones de calcio varían ampliamente entre los países y por grupo de edad. Al igual que en varios países, las recomendaciones de calcio en Venezuela fueron actualizadas y aumentadas basadas en las recomendaciones dietéticas de Estados Unidos. Urge realizar estudios epidemiológicos y clínicos para determinar si estos niveles son los más adecuados para la población venezolana.